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Un contexto internacional lleno de oportunidades difíciles de aprovechar

  • Saturniska
  • 24 abr 2018
  • 4 Min. de lectura

Hay coincidencia en que la disputa comercial entre Estados Unidos y China han abierto una ventana de oportunidades para el país, que sin embargo esta vez no podría aprovechar en todos sus alcances, en especial debido a la grave sequía que afecta la zona núcleo del país

En tanto, un trabajo elaborado por el banco HSBC, Kantar TNS y Oxford Economics, que incluye previsiones respecto del comercio bilateral y calcula las importaciones y exportaciones totales de bienes, plantea para Argentina “Un futuro brillante”, más allá de algunos desafíos concretos.

La disputa comercial de los dos gigantes económicos afectó directamente al mercado de soja, luego que el gigante asiático ya que China impondría un arancel del 25% a la importación de 106 productos estadounidenses -incluyendo soja, maíz, algodón, trigo y carne, entre otros- en caso que Estados Unidos ponga en firme su nuevo esquema de aranceles para productos tecnológicos e industriales de origen chino.

Entre los commodities, el complejo sojero ha sentido con más fuerza el impacto por el peso que tiene en la balanza comercial agrícola entre ambas naciones. China es el principal importador mundial del poroto, con una participación mayor al 60% de las compras mundiales que, para la campaña 2017/18, representará una absorción de casi 100 millones de toneladas, dice un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). En general, el país asiático importa casi el 50% de poroto desde Brasil, alrededor de un 40% desde Estados Unidos, y el 10% restante desde otros países, mayormente Argentina seguida de Paraguay. Inversamente, China es el destino del 60% de las exportaciones totales de soja de Estados Unidos, que para la campaña 2017/18 representa un volumen total de 37 millones de toneladas.

Las exportaciones totales de soja de Brasil y Argentina en la presente campaña 2017/18 podrían ascender a 77,5 millones de toneladas,. Es decir, incluso si todo el saldo exportable de poroto de soja sudamericano se destinase a China, los despachos combinados de ambos países no alcanzarían a cubrir las necesidades de compra de esta nación, señalando la complejidad del escenario planteado.

Brasil sería el principal ganador en lo que se refiere a participación en el mercado del comercio de la soja en grano, pero también podría suceder que China opte por sustituir parte de la importación de poroto por más harina y aceite.

Para Argentina se plantea un dilema comercial: nuevas oportunidades para colocar productos como los commodities, la carne y otros productos agrícolas y ganaderos, pero poco margen para exportar, por caso, soja, debido a la sequía en la zona agrícola núcleo del país.

Podría decirse que si bien la primera reacción de los mercados fue una baja del 14% en EE UU, de a poco el precio absorberá el arancel impuesto -en caso de que surjan nuevas negociaciones que destraben el conflicto- y el precio aumentará de manera de absorber el arancel o parte de él. Esta situación podría beneficiar a Brasil y Argentina segundo y tercero exportadores de soja a nivel mundial para tratar de abastecer las 100.000 toneladas que China importa actualmente.

PROYECCIONES

En tanto, según el trabajo del HSBC, las empresas en Argentina son optimistas respecto del futuro ya que la economía atraviesa una rápida recuperación luego del reordenamiento macroeconómico de 2016. Gracias a un clima político interno más estable y una economía mundial pujante, las perspectivas de crecimiento comercial de nuestro país resultan prometedoras, especialmente con Asia, destaca el informe.

El panorama en el corto plazo indica que la economía argentina se expande a buen ritmo, y probablemente siga haciéndolo durante los próximos años si el país continúa con su estrategia gradualista en materia de reformas económicas. Uno de los desafíos es la inflación, que según el informe es una de las variables económicas a atender para evitar la desvalorización del peso.

Los datos de las encuestas realizadas sugieren que el 84% de las empresas argentinas esperan para 2018 un aumento en los volúmenes comerciales, lo cual resulta considerablemente más optimista que el promedio mundial de 77%. Al margen de un fuerte crecimiento comercial mundial, las perspectivas comerciales de Argentina se fundan en una recuperación cíclica constante en toda América del Sur.

El trabajo destaca a Brasil como uno de los principales socios comerciales de Argentina, ya que el país atravesó la mayor recesión de su historia y la recuperación está en pleno curso. La Unión Europea negocia actualmente un acuerdo comercial con el Mercosur que, de aprobarse, podría aportar un impulso adicional a las importaciones de productos elaborados y exportaciones de carne.

Las exportaciones argentinas totalizarán 132.754 millones de dólares en 2030, contra los u$s 58.745 millones de 2017. Será un incremento de 126 por ciento. Las exportaciones al continente asiático crecerán 195% entre 2017 y 2030, con la sorpresa de la demanda de India y Vietnam, que aumentarán 274% y 243%, respectivamente, sus compras de productos argentinos. Para ese año el pequeño país oriental, con compras por u$s 8.906 millones, será el cuarto mercado más importante para la colocación de productos argentinos en el exterior.

Fuente: El Dia

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