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La regulación muy compleja vuelve lenta y cara la logística en la Argentina

  • Foto del escritor: Veronica Aldonatti
    Veronica Aldonatti
  • 27 ago
  • 2 Min. de lectura

-Lo central es lograr un producto eficiente y competitivo con una carga impositiva razonable. Si eso se da, se puede competir en igualdad de condiciones con cualquier vecino. Desde el lado logístico, lo que necesitamos es eficiencia. Las regulaciones excesivas hacen que los procesos sean más costosos e ineficientes. No se trata de dejar de controlar, sino hacerlo de una forma más ágil y lógica, aprovechando la digitalización, que hoy permite procesos mucho más rápidos. Pero si la normativa es demasiado compleja, por más tecnología que uses, todo se vuelve lento y caro. No es un cambio que se logra de un día para el otro, pero lo importante es que ya se están dando pasos en ese sentido.



-¿Ve algún ejemplo en la región que pueda servir de referencia?



-Un buen ejemplo es Perú, donde los paquetes se despachan digitalmente desde el origen. Eso permite que, al llegar al país, en menos de dos horas puedan salir al mercado cumpliendo con todas las normativas. En la Argentina recién se empieza a trabajar cuando los paquetes llegan, lo que demora y encarece todo el proceso.



Eso tiene un impacto directo en los costos. Si la normativa es más simple, los costos bajan. Si los costos bajan, el flete de la Argentina al mundo también baja. Y si el flete baja, la empresa argentina es más competitiva.



-¿Qué aspectos considera que faltan ajustar al mirar otros mercados?



-Necesitamos normativas más simples y lógicas para el comercio exterior. Hoy tenemos regulaciones viejas que generan costos altos, difíciles de medir, pero muy altos. Hubo avances con desregulaciones recientes, pero aún falta camino.



En cuanto a inversiones, en DHL estamos a la par de la región. Más del 25% de nuestra flota es eléctrica, tenemos una planta modelo y escáneres de última generación. En cuanto a infraestructura no tenemos nada que envidiar. El desafío está en el sistema nacional. Por ejemplo, Ezeiza no estaba preparado para el incremento del volumen tras los cambios normativos que permiten a cualquier argentino comprar al exterior. Por eso ya se proyecta una nueva terminal única para couriers hacia fines de este año o principios del próximo.



Pero, aun así, no alcanza con centralizar en Ezeiza. Necesitamos diversificar los puntos de ingreso y egreso, como hacen Brasil o Colombia, donde operan varias ciudades. Yo recorro el interior y veo que los gobiernos locales también tienen la visión de invertir en infraestructura logística. El potencial es enorme y, si hacemos los deberes, tendremos muy buenas noticias en los próximos años.

Fuente: El Cronista

 
 
 

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