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Se encienden luces rojas para el intercambio comercial argentino

  • Saturniska
  • 23 abr 2018
  • 2 Min. de lectura

El intercambio comercial argentino experimentó un conjunto de shocks domésticos importantes durante el inicio del gobierno, tales como la devaluación, la eliminación/reducción de retenciones, y la relajación de las restricciones a las importaciones. Todas las medidas tuvieron como objetivo la mayor apertura comercial, ya que no sólo se pretendieron fomentar las exportaciones, sino también las importaciones.

Por un lado, la búsqueda de incrementarlas ventas al exterior tuvo como objetivo asegurar un mayor ingreso de divisas y recuperar el superávit comercial que se había perdido. De acuerdo con las medidas adoptadas, la intención del gobierno pareció estar destinada a modificarla estructura económica hacia una economía más intensiva en la producción de bienes transables, en particular en aquellos bienes sobre los cuales Argentina posee ventajas comparativas a nivel mundial como lo son los productos agropecuarios. Por otro lado, la relajación de las restricciones para las compras en el exterior pareciera haber tenido un objetivo más bien de disciplinamiento de los precios internos. La apreciación real del tipo de cambio luego de la salida del cepo compensó en gran medida la contracción del ingreso doméstico en 2016. Si bien las importaciones cayeron en valor, se incrementaron en cantidades. El fuerte crecimiento de las importaciones vino en 2017 el cual, sumado al estancamiento de las exportaciones, terminó agravando de manera importante el déficit comercial.

En 2017, la recuperación de la economía combinada con una importante apreciación cambiaria y un mayor grado de apertura comercial significó la aparición de un nivel de déficit comercial récord. El déficit alcanzó los U$S 8.472 millones, superando ampliamente el anterior récord de U$S 5.751 millones de 1994. Mientras que las exportaciones crecieron apenas 0,9%, las importaciones aumentaron 19,7%. El flojo desempeño de las exportaciones se explica por la contracción del os Productos primarios (-5,7%)y las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) (-3,7%) que aplacaron la recuperación de las MOI (11,1%) y de la exportación de Combustibles y energía (18,6%). Las importaciones, en cambio, crecieron en todos los usos de manera muy importante, destacándose los Vehículos de pasajeros (40,9%), Bienes de capital (23%) y Bienes de consumo (20,9%).

En lo que va del año se viene observando una persistencia en la tendencia hacia un mayor déficit comercial. Pese a la reacción de las exportaciones (crecieron 11% y 10% en enero y febrero), el crecimiento de las importaciones sigue acelerándose. En los primeros dos meses del año

, la mejora de las exportaciones fue insuficiente frente al aumento de las importaciones lo que significó un crecimiento del déficit comercial acumulado de casi el 600%, alcanzando los U$S 1872 millones.

En cuanto al comportamiento sectorial de las exportaciones se viene observando una mejora del sector agropecuario (12% de crecimiento de los Productos primarios), aunque en marzo estaría muy afectado por las condiciones climáticas. Las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) vienen evidenciando una importante recuperación en el primer bimestre con un crecimiento del 19% impulsado fundamentalmente por el sector automotriz, liderado por el efecto Brasil. Por el lado de las importaciones, se observa un crecimiento en todos los usos, destacándose Bienes de capital (18%), los Combustibles y lubricantes (58%) y los Bienes de Consumo (26%). En términos de cantidades todos los usos se mantienen creciendo por encima del 20%, con Bienes de Consumo y Bienes de Capital creciendo 22%.

Fuente: LG

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