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Dossier: todo sobre la industria y el comercio de la cadena vitivinícola argentina

  • Foto del escritor: Veronica Aldonatti
    Veronica Aldonatti
  • 2 sept 2024
  • 6 Min. de lectura


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La Dirección Nacional de Estudios Regionales y de Cadenas de Valor del Ministerio de Economía presentó un informe de la cadena de valor vitivinícola argentina.



La Argentina cuenta con una superficie de viñedos aptos para elaboración de 191 mil hectáreas distribuidas en 20 provincias, con mayor concentración en la región cuyana (Mendoza y San Juan). En los últimos años se cosecharon 18,4 millones de quintales anuales de uva para elaboración de vino y mosto, y las variedades de uvas tinta son las de mayor protagonismo, seguidas de las rosada y blanca.



La principal cepa es la Malbec, que junto con la Bonarda, Syrah y Cabernet Sauvignon, constituyen las uvas base de los vinos de alta gama. La elaboración de productos vitivinícolas alcanzó los 14 millones de hectolitros. El 78% fueron vinos y el 22% mostos.



La cadena


Mientras la etapa primaria de la cadena se encuentra fuertemente atomizada -intensiva en mano obra, con una demanda laboral marcada por una fuerte estacionalidad coincidente con los periodos de poda y cosecha- la etapa de elaboración de vino y mosto presenta cierta desconcentración, con alta participación de pequeñas y medianas empresas, y existe una tendencia a la concentración en la etapa de fraccionamiento.



El eslabón industrial cuenta con más de 800 establecimientos, que dan empleo de calidad a unas 21.794 personas, representando el 1,7% del empleo total de la industria manufacturera.



El mercado interno argentino consume cerca del 80% de los productos vitivinícolas y el 20% se destina a la exportación, que promedia los US$ 903 millones anuales ubicándose en la 2° posición del ranking de exportación de economías regionales agroindustriales, luego del maní.



Entre 2010 y 2023, se observa una disminución en la superficie cosechada y en la cantidad de viñedos; también un aumento del tamaño medio de los establecimientos. Se destaca el proceso de renovación de las plantaciones, dado que el 53% de la superficie actual de viñedos se implantó en el año 2000, al tiempo que se evidencia un avance de variedades de alta calidad enológica: las uvas tintas crecen un 10% con fuerte alza de la cepa Malbec, en tanto que las rosadas y blancas retroceden.



Competencia


La balanza comercial de la cadena de valor vitivinícola presenta valores estructuralmente superavitarios. El valor de las exportaciones, en dólares, registró un crecimiento sostenido hasta 2012, año a partir del cual comienza una fase descendente (con vaivenes), con una caída del 34,4% entre 2012 y 2023.



Según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, los países del Nuevo Mundo, particularmente Chile, Australia y, en menor medida Sudáfrica, ganaron


participación durante la primera década del siglo 21.



El mayor dinamismo se registró en Chile, país que duplica su participación de mercado, del 4% al 8%, influyendo en este proceso seguramente la facilitación de acceso a los mercados vía la firma de muchos tratados de libre comercio. Nueva Zelanda es otro de los países que ha ganado mucho mercado, pasando de una participación de prácticamente el 0% al 2-3%.



El consumo de vino a nivel mundial en las últimas décadas evidencia una tendencia decreciente a la vez que refleja un cambio en los patrones de consumo, hacia otro tipo de bebidas.



Un actor importante


Argentina contaba en 2022 con el 2,9% de la superficie mundial de viñedos y el 2,7% de la producción global de uvas ( 7° y el 11° lugar en el ranking mundial). Se ubicaba en el 7° puesto como productor de vinos (4,4% de la producción mundial de vinos) y 10° exportador, 2,8% en el valor del comercio mundial. Finalmente, con una participación del 18,6%, se posiciona 2° en el ranking mundial de exportadores de mosto.



En 2022 Argentina participó con el 4,9% de las compras de vino embotellado realizadas por Estados Unidos (NCM 220421); el 2,8% de las compras de Reino Unido; el 7% de las de Canadá, y el 2,1% de Países Bajos.



En referencia al comercio mundial de mosto (NCM 200969), Argentina vendió el 30,7% del mosto comprado por Japón, principal importador mundial de este producto en 2022; el 47,3% de las adquisiciones de Estados Unidos y el 21,6% de las compras de Canadá.



A diferencia de Chile, principal competidor regional, Argentina no cuenta con acuerdos comerciales que le permiten ingresar vinos a tasas preferenciales respecto de las que paga la competencia.



Marco regulatorio y políticas de apoyo


La cadena cuenta con un importante marco regulatorio, con legislación de nivel nacional y subnacional, fundamentalmente por cuestiones de inocuidad.



La Ley General de Vinos (Ley N° 14.878/1959) crea el Instituto Nacional de la Vitivinicultura (INV) para fiscalizar todas las etapas del proceso vitivinícola con el objetivo de asegurar la genuinidad y aptitud para consumo de los vinos y otros productos vitivinícolas. El INV es un organismo descentralizado dependiente del Ministerio de Economía con jurisdicción en todo el territorio de la Nación.



En el plano subnacional, se destaca el Acuerdo Mendoza (Ley Provincial N° 6.216/94) – San Juan (Ley Provincial N° 6.543/94). Se trata de un régimen regulatorio especial para la diversificación de los usos de la uva, orientado a regular la oferta de vino y mejorar sus precios. Todos los años los Poderes Ejecutivos de Mendoza y San Juan determinan el porcentaje mínimo que debe destinarse a diversificación.



En lo que hace a políticas de apoyo y acciones colectivas, se destaca el Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2030 (PEVI), elaborado con participación de los sectores público y privado, que define objetivos estratégicos para la cadena. En el marco del PEVI, se crea la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR, Ley N° 25.849/2004), institución destinada a gestionar y coordinar la implementación del PEVI.



La COVIAR promueve la organización e integración de los actores, la innovación de productos y procesos para incrementar el valor agregado del sector, consolidar y ampliar mercados, y lograr el desarrollo sostenido. El financiamiento proviene de aportes obligatorios, realizado por cada bodega, por litro elaborado/kg de uva procesada.



En la actualidad (agosto 2024), no se aplican Derechos de Exportación sobre los productos vitivinícolas y sí se cuenta con reintegros de exportación (7%). Asimismo, el vino está exento de Impuestos Internos, no así su principal competidor (cerveza).



Mendoza


Cuenta con 143 mil ha de uva para vinificar, que ocupan el 69% de la superficie de frutales y la mitad del área cultivada provincial. En uvas aptas para elaboración de vinos y mostos predominan las variedades tintas. La producción primaria es heterogénea en términos de escala, tipo de conducción de los viñedos, tecnología y antigüedad de


las plantaciones.



Las mismas bodegas que elaboran vinos también producen mosto; el 90% de la elaboración de productos vitivinícolas corresponde a vino (10% a mosto). Las exportaciones vitivinícolas representan más de la mitad de las ventas totales al exterior. El empleo formal en elaboración de vinos representa el 5,6% del empleo total provincial.



San Juan


Dispone de 29 mil ha de uva, equivalente a dos tercios de la superficie provincial de frutales. En los últimos años las variedades aptas para consumo en fresco y para pasas ganaron participación frente a la merma de las variedades para vinificación.



A diferencia de Mendoza, San Juan se especializa en la producción de mosto, siendo el producto vitivinícola que más divisas aporta a sus exportaciones.



La Rioja


El cultivo de vid constituye una actividad tradicional, con 6 mil ha que representan el 19% de la superficie total de frutales. El Torrontés Riojano es la variedad blanca


característica. El vino es el principal producto elaborado y exportado, dado que las exportaciones de mosto son marginales.



Las ventas al exterior representan el 4% de las exportaciones provinciales.



Salta


Se registran 3 mil ha de viñedos (28% de la superficie total de frutales), situadas entre los 1.600 y más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, razón por la cual sus vinos


son promocionados como “vinos de altura”.



Las exportaciones, principalmente de vino, participan con el 1,2% del total de ventas al exterior de la provincia.



Catamarca


La superficie implantada con vid abarca 2,5 mil ha (13% de la superficie de frutales). Entre las variedades cultivadas predominan las rosadas. Se observa una estructura dual de pequeños y medianos productores tradicionales junto con productores empresariales dedicados a la elaboración de vinos de alta gama y con sistemas de producción altamente tecnificados.

Fuente: Trade News

 
 
 

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